Cosas que pasan.


A veces viene alguien a decirte lo bonito que es lo que tienes delante de las narices. Y entonces abres los ojos y vuelves a verlo. Acostumbrarse a la belleza y dejar de apreciarla debería de ser uno de los pecados capitales. Más que la gula que, al fin y al cabo, tiene bastante gracia.

Vuelvo a ser asocial, vuelvo a encontrarme fuera de lugar allá donde vaya. Estoy hecha para enterrarme en kilos de ficción y no salir hasta que me falte la respiración.

3 sugerencias:

Anónimo dijo...

Ay coño,que dramática! La casa de la playa siempre es un descubrimiento. Te keda poco de asocial,asi que, espabila,mua
Rosario

bubuwannafly dijo...

ser asocial tiene parte de encanto...el problema lo tienen aquellos que no lo saben apreciar. la ficci'on ya no tiene tanta gracia, se trata de dar el punto justo al juego para que siga teniendo intriga pero no se convierta en algo rebuscado.

un besote y gracias por perderte entre mis lineas

Unknown dijo...

Adoro a la gente asocial. Asociales del mundo, unámonos.

No, mejor no, que pereza chica.

un beso, asocial.

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